Tercer programa de la Orquesta Sinfónica de Galicia con su titular González-Monjas al frente. Ímpetu y elocuencia, definen a la perfección el hacer del director vallisoletano en el pódium, aspectos ambos fundamentales para abordar con éxito el intenso viaje musical de cuatro obras que el propio Monjas y sus músicos llevarían al día siguiente al auditorio Miguel Delibes de Valladolid. Un programa exigente, pensado para exhibir el inmenso poder que los músicos de la Sinfónica pueden desplegar sobre el escenario, y que abarcó desde la contemporaneidad introspectiva de Richard Dubugnon hasta el romanticismo apasionado de Franz Liszt, pasando por la primera modernidad de Witold Lutosławski y la elegancia del Richard Strauss más decadente.

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Roberto González-Monjas al frente de la Orquesta Sinfónica de Galicia en el Auditorio de Valladolid
© Pablo Requejo | Photogenic

Arcanos sinfónicos de Dubugnon, en una selección de cuatro piezas, era a priori la obra menos convencional de la noche. Sin embargo, resultó la menos estimulante de las cuatro. A pesar de la orquestación correcta, la obra no logra en ningún momento desplegar la sofisticación ni el impacto emocional esperados. Ni el impactante clímax orquestal de El sol que cerró la breve selección de piezas adquirió un sentido pleno. Más que una culminación significativa de la obra fue un intento fallido de alcanzar una impostada resonancia dramática.

Tras la tibia introducción; apenas un minuto de aplausos, el ambiente cambió radicalmente con la entrada de Yulianna Avdeeva en el Concierto para piano núm. 1 de Franz Liszt. Desde su arranque rememoré mi última experiencia con la obra: la interpretación que Yuja Wang realizó hace años en el festival de Santander. Dos pianistas afirmativas, extáticas por momentos, que abordan las demandas del concierto con una fusión de vigor y precisión absoluta. Pero con Avdeeva hubo un plus evidente; una capacidad especial para capturar y transmitir la esencia del romanticismo liszteano. Esta fue facilitada por la evidente sinergia entre la solista y la orquesta que elevó la interpretación a un nivel de excelencia. Fue el Allegro maestoso el momento más espectacular de la noche, rebosante de virtuosismo preciosista desde el piano, con vertiginosas escalas cromáticas y arpegios que se extendían por todo el teclado. La desafiante cadenza de este movimiento fue una exhibición de rápidos trinos, saltos inmensos y series de rápidas notas repetidas ejecutadas con claridad y precisión, sin dejar en ningún momento de mantener la intensidad musical y emocional del concierto.

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Yulianna Avdeeva durante el concierto en el Auditorio de Valladolid
© Pablo Requejo | Photogenic

La segunda parte prolongó y amplificó estas épicas sensaciones con las Variaciones sobre un tema de Paganini de Lutosławski, donde nuevamente Avdeeva se movió como pez en el agua en el virtuosismo y la chispa humorística que recorre a la pieza. Máxima agilidad y precisión en el piano, que se integró a la perfección con el peso y la profundidad que González Monjas extrajo de la orquesta. Fue una primera interpretación de la obra por parte de la OSG que subrayó la riqueza armónica y la precisión rítmica características del estilo del compositor polaco. Los ecos de su memorable Concierto para orquesta de la temporada pasada resonaron con fuerza, evidenciando el vínculo entre la orquesta y este repertorio.

El periplo musical se cerró con un clásico del lucimiento orquestal: la suite de El caballero de la rosa de Strauss, problemático viaje interior del compositor hacia su mundo de ayer. Disfrutamos de toda la sensualidad y elegancia que las cuerdas y metales de la OSG pueden desplegar. González-Monjas transmitió a la perfección el estilo y el fraseo vienés, especialmente en el vals del "Ohne mich..." aportando autenticidad y un carácter distintivo a la interpretación. Pero hubo también el necesario dinamismo y sobre todo la capacidad de dar vida a una música que, muy especialmente en el terceto final, nos transportó a una utopía, vacua y decadente, pero a la vez irresistiblemente hermosa.

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