Ramón del Buey Cañas (Madrid, 1993) es Personal Docente e Investigador en Formación del Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid; miembro del equipo directivo de la Asociación de Música Electroacústica y Arte Sonoro de España y programador de Filmadrid Festival Internacional de Cine.
El ciclo “Universo Barroco” del CNDM, volvía a reunir a Les Arts Florissants con el objeto de consumar el siguiente episodio de la retrospectiva dedicada a los madrigales a cinco voces del compositor italiano, iniciada dos años antes.
Un concierto, en conclusión, notable, que comienza a escribir con caligrafía musical digna de encomio la nueva historia de la OBS tras los meses de confinamiento.
La aportación de la Akademie für Alte Musik Berlín fue un correlato digno, que sin duda ayudó a corroborar lo que ya se impone como juicio irrefutable: la andadura de Faust por la residencia artística del CNDM constituye un acierto mayúsculo.
El conjunto de voces blancas Niños Cantores de Viena, acompañado por su director Manolo Cagnin, ofreció un concierto en Madrid con un ecléctico programa.
La primera jornada de la tetralogía El anillo del nibelungo se presenta en el Real bajo la dirección de Heras-Casado y Robert Carsen en una producción que cuenta con un reparto de lujo.
Solistas de Les Arts Florissants junto a Paul Agnew en la dirección ofrecieron una selección del Libro IV de madrigales de Gesualdo y otros compositores contemporáneos.
El acto de contemplar a Orozco-Estrada anticipar cada compás del Don Juan y de El caballero de la rosa devolvió la imagen de una gesta fraguada no sólo desde su conocimiento experto de la partitura, sino también gracias a un estado de forma pletórico.
La producción de la Komische Oper de Berlín de La flauta mágica se presenta de nuevo en el Teatro Real. Un montaje de inspiración cinematográfica que no acaba de reflejar los ideales del Singspiel de Mozart.
La Filarmónica de San Petersburgo presentó en Madrid de la mano de Ibermúsica, la mayor valedora de la orquesta rusa en España, el Concierto para piano núm. 1 de Beethoven, para el que contó con el arrojo de un propositivo Abduraimov, y la Sinfonía núm. 4 de Chaikovski.
El concierto con el que La Filarmónica inauguró su temporada finalizó con un asombroso despliegue del Orfeón en la Novena de Beethoven (perfectamente afinado y nítidamente proyectado sobre la masa instrumental de la Orquesta de Praga) que no proporcionó, sin embargo, la satisfacción que requerían las circunstancias.
El escenógrafo veneciano plantea el trasvase de la trama a un contexto contemporáneo, la playa masificada de nuestros días, pero olvida en su ejercicio de adaptación lo más fundamental: preservar un adecuado equilibrio entre las afectadas aspiraciones de los protagonistas y el desengaño hilarante en el que éstos se ven constantemente envueltos.
Les Arts Florissants presenta una nueva entrega de su proyecto consagrado a los libros de madrigales de Carlo Gesualdo y demuestra nuevamente sus sobrados recursos para hacer frente a este complejo repertorio.