En estos momentos de celebraciones navideñas, hemos podido disfrutar de una velada estupenda en la sala de cámara del Auditorio de Tenerife. Dedicado a cinco compositores del Barroco italiano y con el título “Per la Notte di Natale”, el programa fue interpretado por la Orquesta Barroca de Tenerife, conjunto de criterios históricos con amplia experiencia y presencia habitual en el panorama musical tinerfeño. A su lado, la estupenda directora y clavecinista italiana Carmen Leoni, especialista en este repertorio.

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La clavecinista y directora Carmen Leoni
© Auditorio de Tenerife

La velada comenzó con el Concierto en fa menor, op. 1 núm. 8, “Per il Santo Natale”, de Pietro Antonio Locatelli. Leoni dirigió desde el clave, llevando del ritmo y comunicándose especialmente con Adrián Linares, que actuó de primer violín. Fue una versión que resaltó los entramados polifónicos y los contrastes de la obra, funcionando muy bien los dúos violinísticos entre Linares y Lorena Padrón, y las intervenciones de la violista Alaia Ferran y la violonchelista Candela Gómez, entre otros instrumentistas; contando, además, con un efectivo y entregado bajo continuo, que incluía el órgano y el archilaúd. No siempre estuvieron perfectos la afinación y los balances, pero esto no desmereció una muy buena versión, que anunció el excelente nivel que tendría toda la velada.

La temperatura subió a niveles muy altos en la siguiente obra, el Concierto núm. 4 en fa menor, RV 297, “L'inverno” de Antonio Vivaldi, uno de los momentos más destacables de la noche. Versión que convenció plenamente, mostrando la calidad violinística de Linares, que no solo estuvo a la altura para superar los indudables problemas técnicos de la obra, sino que mostró imaginación, variedad y capacidad musical. Desarrolló con estilo una ornamentación adecuada y su identificación con la obra fue absoluta. Leoni y los músicos estuvieron también a gran altura, con muchos detalles interesantes y gran compenetración con el solista. El resultado fue una versión para recordar. La primera parte del programa concluyó con la deliciosa y pastoril Sinfonía op. 2 núm. 12 en re mayor, “Pastorale Per Il Santissimo Natale”, de Francesco Manfredini, en versión muy cuidada y bien resuelta por la directora y los músicos.

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Orquesta Barroca de Tenerife
© Auditorio de Tenerife

La segunda parte comenzó con el Concierto en sol menor, op. 8 núm. 6, “Pastorale per il Santissimo Natale”, de Giuseppe Torelli, que también recibió una lectura fresca y excelente por Leoni y la orquesta; llena de contrastes, vitalidad y buen gusto. Vivaldi volvió a la escena con otro concierto para violín: el Concierto en mi mayor, RV 270, “Il riposo per il Santissimo Natale”, en el que destacó nuevamente la actuación de Adrián Linares como solista; en este caso de manera diferente: enfatizando la suavidad y la sutileza –destacando, sobre todo, en matices muy suaves–, lo que mostró su versatilidad. Estas características fueron también resaltadas por Leoni, que se volvió a mostrar como una excelente concertadora. En este caso no tocó el clave, por lo que la sonoridad orquestal cambió de manera notoria. El programa concluyó con el magnífico Concerto grosso en sol menor, op. 6, núm. 8, “Fatto per la Notte di Natale”, de Arcangelo Corelli, donde se volvieron a mostrar todas las virtudes mencionadas anteriormente. Ante la insistencia del público, que llenaba la sala, se volvieron a escuchar el segundo movimiento del “Invierno” de Vivaldi y un movimiento de la obra de Corelli.

Estupendo concierto para estas épocas, con un programa bien planteado y que confirma a Leoni, Linares y a la Orquesta Barroca de Tenerife como artistas importantes dentro del panorama actual.

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