¿Qué hace realmente un director de orquesta? Es una pregunta que me han hecho infinidad de veces y que, de hecho, yo también me he planteado.
En esencia, el director tiene dos funciones:
1. El trabajo mecánico de mantener la orquesta tocando unida, equilibrar las diferentes secciones en las dinámicas adecuadas, marcar el ritmo correctamente para que los músicos sepan qué velocidad se pretende llevar y manejar los momentos de crisis sin confundir a todo el mundo si algo va mal.
2. Servir de inspiración a los músicos, con la cantidad justa de libertad y energía para hacer de un concierto una montaña rusa poderosa y emotiva. Un director tiene que mostrar fraseos y sutiles matices con el giro de una muñeca o el movimiento de un dedo – y la orquesta comprende lo que se le pide sin que haya mediado palabra. Para un grupo de músicos profesionales altamente cualificados que han tocado la pieza tantas veces que podrían (a veces literalmente) tocarla dormidos ¡puede ser cuestión de no entorpecer!
Siempre he creído que para los directores deber ser terriblemente difícil aprender la técnica, ya que solo pueden practicar cuando tienen enfrente un grupo de músicos que reaccionen (a veces cruelmente) a sus esfuerzos. Quizá es por eso que la mayoría de los directores realmente buenos son mayores –les ha llevado todo ese tiempo alcanzar la cumbre. Hay muchas historias de directores venerados que, en su juventud, eran odiados por las orquestas y aprendieron cometiendo errores catastróficos y usando un lenguaje poco apropiado para expresar su descontento.
Así que, ¿cómo reconoces quiénes son los mejores, o quién llegará a ser el mejor director de su generación? El Concurso de Dirección Donatella Flick, que tiene lugar este otoño en el Barbican tiene como objetivo exactamente eso. Veinte jóvenes directores (menores de 35 años) encabezan este concurso de tres días, y solo tres llegarán a la Gran final el 17 de noviembre, día en el que dirigirán la Orquesta Sinfónica de Londres en una apuesta por el ser el ganador. Compiten por el título de Director asistente de la LSO y lanzar su carrera internacional como director de orquesta.
El jurado incluye directores mundialmente renombrados como Sir Antonio Pappano y Yuri Termirkanov y dos profesores de la LSO, el violinista y ayuda de concertino Lennox Mackenzie y el fagot principal Rachel Gough. ¿Qué buscan? ¿Los directores buscarán elementos liegeramente diferentes que los miembros de la orquesta? ¿A lo mejor, el tempo que un director cree que es efectivo y poderoso, un instrumentista lo considera irritante y restrictivo? ¿Querrán los músicos un director que no entorpezca? Al final, la emoción de la interpretación es abrumadoramente importante, pero el proceso por el cual pasan los concursantes durante el ensayo será juzgado por todo el mundo en la orquesta y en el jurado. De hecho, en este concurso, los miembros de la orquesta tienen voto, que cuenta en el resultado final.
Les guiaré por el más bien misterioso proceso de elegir al mejor director durante tres días de concurso, hablaré con los miembros de la orquesta, el jurado, y por supuesto con los directores, ya que aportan peso a la balanza.
¿Quieren verlos sudar? Siga el concurso desde aquí y si puede, acérquese al Barbican Centre el jueves 17 de noviembre la Gran Final para experimentar los escalofríos, la energía y la emoción mientras la carrera de uno de estos jóvenes directores cambia para siempre. Aquí puede encontrar más acerca del concurso.