La Segunda de Rajmáninov

Una pieza de Carl Nielsen se encarga pertinentemente de inaugurar un concierto ambientado en latitudes septentrionales, en el que se reúnen -sin embargo- obras nada frías. El compositor danés evoca la salida del sol, así como su poder incandescente, en la apertura Hélios, estrenada el 8 de octubre de 1903 en Copenhague. El pianista ruso Denis Kozhukin interpretará a continuación una de las obras más polémicas de Prokófiev, que fue tachada de demasiado vanguardista en la época de su estreno. La libertad individual del piano, enfrentada eventualmente al conjunto, genera una tensión artística de un magnetismo llamativo, que contribuirá a la fama del creador. No menos apreciado por su labor como compositor de conciertos, Rajmáninov concibió también cuatro sinfonías, un esfuerzo no siempre exitoso en términos de popularidad. Las críticas que recibió después de la Primera afectaron a su autoestima, pero su Segunda, de una extensión majestuosa y una suntuosidad orquestal orgullosamente postromántica -estrenada por el compositor el 8 de febrero de 1908, en la posición de director-, permitió restaurar su estatus.