Nos quedó muy claro. El ciclo de conciertos de la integral de las Sinfonías de Beethoven interpretados por la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela será uno de los encuentros musicales más importantes de los últimos años en Colombia. El primer concierto de un ciclo hecho por primera vez de manera cronológica en el país, y maratónicamente, con cinco conciertos en días consecutivos, desbordó en genialidad, en belleza, en destreza y en humanidad bondadosa.
Las dos primeras sinfonías de Beethoven son quizás las menos interpretadas. Estas se emparentan con un estilo musical que recuerda a Haydn y se enmarcan dentro del primer periodo compositivo del músico de Bonn, aquel cercano al lenguaje musical del Clasicismo. Pero bien lo dice Gustavo Dudamel, a pesar de las relaciones estéticas directas con ese periodo, en estas primeras sinfonías ya vemos a Beethoven proponiendo una mirada de transformación que en sus siguientes sinfonías, sobre todo a partir de la quinta, confirmarán la desconexión con el primer periodo en cuestión. Dudamel tradujo esta idea de novedad en Beethoven con una propuesta musical que se caracterizó por el interesante juego con los planos sonoros, por la inteligente acumulación de tensión a través de las dinámicas, por olvidar la contención y desbordar pulcritud. La Orquesta Simón Bolívar de Venezuela, con Gustavo Dudamel en la batuta, abrazó al público del Teatro Mayor con su interpretación. Fue un abrazo para todos. El público cautivo entendió el discurso de Dudamel. Una relectura del libreto musical de Beethoven hecho poesía.