Si pensamos en compositores húngaros, el primer nombre que nos viene a la cabeza es Franz Liszt –o Liszt Ferencz, como dirían los húngaros– así que resultaba obligatorio que figurara de forma prominente en el Festival de Primavera de Budapest cuando se cumplen 130 años de su muerte.
Liszt fue una de las primeras 'superestrellas' de la música clásica, su apariencia casi demoníaca causaba desmayos entre las mujeres, con sus cabellos ondeando según arañaba el teclado y sus ademanes virtuosísiticos. La "Lisztomania" era un fenómeno inusual –las mujeres intentaban arrancarle pedazos de ropa, o cogían las colillas de sus cigarros y se las plantaban en el escote. Liszt cultivó esta imagen de estrella del rock. Popularizó el recital, interpretando sin partitura (algo que Chopin reprobaba en sus alumnos) y estableció la práctica de entrar en el escenario desde un lateral –ritual que sigue en pie hoy en día. Incluso situaba el piano a lo largo del escenario, ¡para que la audiencia pudiera admirar su perfil mientras interpretaba! En París se enfrentó a Sigismond Thalberg en "duelos de piano" trasladando ambos el virtuosismo a prácticamente un deporte.
La mayor parte de las composiciones de Liszt son, naturalmente, para piano, aunque en Festival de Primavera de Budapest ha incluido varias obras orquestales también, además de los dos conciertos para piano, con los que Gábor Farkas demostrará su destreza ante el teclado. Hanslick apodó el Concierto núm. 1 como "Concierto para triángulo" debido al prominente papel del instrumento de percusión en el tercer movimiento. El Segundo concierto consiste en un solo movimiento, separado en dos secciones diferenciadas. József Balog abordará la Fantasía húngara para piano y orquesta, un arreglo para piano y orquesta de la Rapsodia húngara núm. 14 en fa menor. La Rapsodia húngara núm. 2 en do sostenido menor (la más famosa de las rapsodias) abre el concierto inaugural del festival bajo la interpretación de la elogiada Orquesta del Festival de Budapest.
El festival también ha incluido Christus, el único oratorio que compuso Liszt y que recrea la vida de Jesús desde su nacimiento hasta su muerte. Esta obra se programa rara vez, así que la oportunidad de escuchar a la Staatskapelle Weimar interpretándola bajo la dirección del experto en Liszt, Martin Haselböck, es para no perdérsela. El propio Liszt se instaló en Weimar en 1842 y vivió allí hasta 1861. Haselböck y su orquesta han interpretado y grabado la obra de Liszt con instrumentos históricos.