A pesar de que el momento estelar de la producción liceística de Boccanegra será la presentación de Placido Domingo en el papel protagonista el próximo día 23, celebrando además las bodas de oro de su debut en el Gran Teatre del Liceu, la dirección de éste ha confeccionado un segundo cast donde brilla la luz de uno de los más grandes intérpretes de la obra verdiana, el barítono Leo Nucci. Cuenta además con la presencia de Barbara Frittoli como Amelia Grimaldi, el bajo Vitalij Kowaljow como Jacopo Fiesco y el debut inesperado (a causa de una indisposición del anunciado Fabio Sartori) de Josep Bros como Gabriele Adorno.
El ya veteranísimo Leo Nucci se sintió como pez en el agua cogiendo las riendas de la velada, en un montaje del Liceu en coproducción con el Grand Théatre de Genève que está dirigida por el actor y director de escena José Luis Gómez. La destreza vocal de Nucci y su inteligencia a la hora de encarar el segundo y tercer acto demuestran que es siempre una garantía el tenerle en cualquier título verdiano. Es un cantante con pocos artificios, sin una voz amplísima en volumen pero con una paleta de colores muy amplia, y, aún más, un conocimiento de los personajes que lo hacen casi imbatible en estas lides. Destacaron sus intervenciones en los duetti con Kwaljow, principalmente durante el tercer acto.
Barbara Frittoli, que regresaba al Liceu después de su recordada Adriana Lecouvreur de la temporada 11/12, empezó un poco fría, tanto que en su primera intervención tuvo serios problemas de afinación, además de una tos que hacía presagiar lo peor. Pero poco a poco se recompuso y a medida que la avanzaba trama, consiguió hacer un gran tándem con su partenaire Josep Bros. Amelia Grimaldi (en realidad Maria Boccanegra) es una personaje que se aleja de las sopranos virginales verdianas como la Gilda de Rigoletto: es una mujer que ocupa su lugar en la ciudad y trata de luchar por la justicia tanto social como moral, además de encajar el golpe de saberse hija de Boccanegra, que intentaba arrebatarle a su amado en un primer momento. La Frittoli supo dar esa imagen de mujer ya más madura que requiere el personaje y estuvo acertada tanto en sus momentos con Fiesco y Boccanegra, como el dúo con Adorno, su amante. Lástima que tal vez no estuviera en plenitud de facultades vocales.