La orquesta Les Siècles es sinónimo con François-Xavier Roth. Pero ha adquirido renombre internacional porque el maestro ha confiado en un grupo de fieles y talentosos músicos, con François-Marie Drieux al frente. Este sobresaliente violinista y estudiante de Jean Lenert y Pierre Doukan comenzó su carrera como solista e integrante de la Orquesta de Cámara de Toulouse en 1995, antes de unirse a la aventura Les Siècles en 2002.
¿Cómo llegó a concertino de Les Siècles?
Al comienzo de su carrera como director, François-Xavier Roth me invitó a participar como concertino en una producción de Pelléas et Mélisande que estaba dirigiendo. Éramos amigos desde nuestra época de estudiantes, cuando él era un joven flautista. Fue entonces cuando me contó que quería crear su propia orquesta y que le gustaría que yo fuera el concertino. Cuando nos conocimos yo estaba tocando en un cuarteto y siguió mi progreso como solista durante varios años. Me comentó que lo que quería era reunir jóvenes músicos con mucho talento para poder acometer un vasto repertorio de obras diferentes y de distintos periodos, en muchas ocasiones en el mismo concierto. Sin dudarlo un momento, acepté la invitación a participar en esta aventura dirigida por un hombre de inmenso talento e infatigable energía.
¿Cuál es el papel del primer concertino dentro de la orquesta?
El aspecto más importante del rol es el de ser capaz de canalizar los esfuerzos de todos hacia un objetivo común: el servicio a la música y la visión del director de la misma. Tienes que crear una conexión continua y despertar deseo. Para eso, debes ganarte el respeto y la confianza de tus colegas, algo por lo que me esfuerzo cada día promoviendo la confianza y el compromiso. Hay varios roles que cumplir. Por supuesto, debes interpretar los solos, pero hay también otras responsabilidades que no son tan evidentes, pero también importantes y complejas, tal y como dirigir tu sección, creando un intercambio fluido entre el quinteto de solistas [los líderes de violines primeros, segundos, violas, chelos y contrabajos] para unificar la textura de toda la sección de cuerda, estar constantemente compartiendo e intercambiando con cada sección de la orquesta. Esto implica estar suficientemente liberado de tus propias contingencias para poder abrirte a todos los demás.
¿Cómo lleva a cabo la comunicación entre el director y la orquesta?El concertino debe ser el puente entre la interpretación del director y la energía de las personas que tiene frente a él. El concertino transmite las ideas del director de manera física, actúa como un transmisor entre el director y la orquesta usando solo la gestualidad. Hay otra conexión más entre Roth y cada miembro de la orquesta que hace que nuestra energía circule de manera más fluida. Tengo el privilegio de mantener una magnífica relación con Roth desde hace 15 años. Por un lado, esto me permite mejorar mi comprensión de los principios de su interpretación; por otro, me permite reaccionar instantáneamente, o incluso a veces anticipar, sus gestos. La orquesta es consciente y sabe que lo que les transmito viene alimentado por esa conexión.
Independientemente de la visión musical del director, ¿qué iniciativas puede tomar en relación con la interpretación?