Con un atractivo programa, la Orquesta Sinfónica de Tenerife y su director principal Antonio Méndez dieron comienzo a la temporada 2019-2020, que promete ser muy interesante dada la variedad de repertorio y el destacado plantel de solistas y directores invitados. Se interpretaron cuatro obras de compositores de cuatro países diferentes, poniendo a prueba las cualidades tanto de la orquesta como del director. Además, había un eje central, que es el mar. Una especie de homenaje a la situación geográfica de las Islas Canarias en general y del Auditorio Adán Martín en particular. Otro de los alicientes del concierto era el estreno de una concha acústica en el escenario, con el propósito de mejorar los resultados sonoros. Habrá que seguir comprobando los resultados de este cambio, pero en principio pareció que los vientos fueron especialmente beneficiados.
La obertura de El holandés errante de Richard Wagner comenzó con energía, resaltando de manera adecuada el clima tormentoso. En el tema de Senta, momento de calma, se produjeron algunos desajustes en los vientos, pero funcionaron muy bien los solos del corno inglés y del oboe. Posteriormente podría haberse pedido un mayor control de las tensiones armónicas. En todo caso, fue una versión con un buen planteamiento.
Los Cuatro interludios marinos, pertenecientes a otra ópera magistral Peter Grimes, de Benjamin Britten, comenzaron de manera correcta en “Dawn”, pero algo faltos de atmósfera tanto en las flautas como en los metales. El nivel mejoró a partir de la segunda pieza (“Sunday Morning”), con un gran control del colorido y momentos de verdadero virtuosismo en solistas como la flauta y el piccolo. La sección central estuvo expresada con mucha emoción por la sección de cuerdas. La tercera, “Moonlight”, estuvo excelentemente planteada y tocada, cuidando la articulación y los silencios, logrando un gran contraste con la siguiente (“Storm”), que fue enfocada con gran fuerza en la tormenta y un gran dominio sonoro en las partes más lentas, planificando bien el apoteósico final. Versión que fue de menos a más y con grandes momentos.