La Cuarta de Brahms

Dos obras capitales del repertorio clásico, influyentes en sus respectivos géneros -concierto y sinfonía- se reúnen en un concierto que, además, contará con un solista internacionalmente aclamado, el violinista Sergey Khachatryan, acompañado por la dirección orquestal de Eun Sun Kim. El Concierto en Re de Beethoven ha trascendido como paradigma romántico por la ubicación privilegiada de un sujeto situado en el epicentro de la acción, enfrentado a los elementos con una personalidad insobornable y un virtuosismo que no deja indiferente.

La segunda generación de compositores románticos encontró en la poderosa figura de Brahms, admirador confeso de Beethoven –y afectado durante años por su alargada sombra–, un ejemplo de compromiso en la búsqueda de una perfección no exenta de contundencia. La última sinfonía, inaugurada por la declamación de una melodía insistente -parece que vuelve desde siempre, igual y diferente como las olas de un mar de metal fundido-, conocerá episodios afectivamente complejos y matizados hasta la pasacaglia final: una invitación a participar de ese “movimiento perpetuo” anhelado por la cosmovisión barroca que, con un lenguaje intempestivo, alcanza aquí el paroxismo de la expresividad.