La orquesta de la Universidad Nacional Autónoma de México tiene poco contacto con la Facultad de Música de la institución; esta noche asistimos a uno de esos escasos pero felices encuentros. Tuvimos la presencia de dos muy talentosos músicos, ganadores del concurso organizado por la propia facultad y la Dirección General de Música para participar como solistas con la OFUNAM: Bryan Fernando Flores (marimba) y Ulises Miranda (tuba).
En el primer número el joven percusionista interpretó el Concierto para marimba y orquesta de cuerdas de Emmanuel Séjourné, obra claramente concebida para lucimiento del solista y que explota todos los recursos de la marimba que tan bien conoce el compositor. La combinación con una pequeña orquesta de cuerdas consigue un interesante equilibrio que en todo momento permite oír a la percusión solista y en algunos pasajes incluso se establece un rico diálogo entre estos instrumentos de naturalezas tan diferentes. El primer movimiento, lento, inicia con las cuerdas exponiendo el tema; la marimba interrumpe con un solo, y a partir de ahí se establece la interacción. En este ambiente lento, donde el compositor explota la cualidad melódica de esta percusión, el joven intérprete consiguió “cantar” unas líneas ligadísimas y muy expresivas. Los mejores momentos de este movimiento fueron sin duda los solos de marimba y la interacción con el concertino y el primer chelo. Por momentos, sin embargo, en la obra no parece haber un buen ensamblaje, y las cuerdas se perciben como un fondo sobre el que el solista interviene sin mucha conexión. En contraste, el segundo movimiento, rítmico y enérgico, con influencias de jazz, explota la cualidad percutiva de la marimba y con virtuosismo combina pasajes muy rítmicos con otros más melódicos. Desde el primer solo, Flores mostró un sólido dominio del instrumento y una contagiosa musicalidad: consiguió cambios de matiz muy finos, complicados saltos, unos cantábiles realmente sorprendentes, y abarcó el registro completo exigido por la obra recorriendo las placas de madera con desplazamientos casi dancísticos. El muy ovacionado ganador del concurso nos ofreció como encore un arreglo de “Libertango” de Astor Piazzolla.