Para muchos, el verano es el momento de escapar del ajetreo y el bullicio de la ciudad y dirigirse al campo, o tomarse unas vacaciones en el extranjero. Y una vez en su destino, ¿qué mejor manera de emplear el tiempo que en una excursión a la ópera? Como parte del Mes dedicado a festivales, aquí está nuestra guía sobre qué ver, ya sea en las casonas de campo inglesas o en un festival importante.
Los auténticos wagnerianos hacen su peregrinación a Bayreuth cada verano para el prestigioso festival en el teatro de ópera que el compositor encargó construir específicamente para representar sus dramas musicales. Cada temporada se presenta una nueva producción de una obra del canon principal; en 2019 es el turno de Tannhäuser. Tobias Kratzer, cuya nueva puesta en escena de Der Zwerg de Zemlinsky para la Deutsche Oper acaba de recibir un gran reconocimiento, dirige una producción dirigida por el maestro del Mariinsky, Valery Gergiev. Los críticos estarán muy interesados en la actuación de Lise Davidsen, que canta en Bayreuth por primera vez. Acaba de debutar como Elisabeth en Zúrich y canta el papel nuevamente en Múnich antes de presentarse en la famosa "Colina verde".
Una vez más, no hay un ciclo del Anillo en Bayreuth esta temporada, se espera una nueva producción en 2020, para los ansiosos de la saga de dioses, enanos y gigantes de Wagner, pueden dirigirse a Budapest. El festival anual Wagner Days tiene lugar en el fantástico auditorio Béla Bartók (conocido como Müpa), de maravillosa acústica, y presenta una "versión de concierto" del ciclo año con nueva dirección y proyecciones de vídeo. El reparto es magnífico e incluye a Johan Reuter, Stuart Skelton, Catherine Foster y Stefan Vinke, todos dirigidos por el inimitable Ádám Fischer.
Salzburgo es uno de los festivales de verano más glamurosos del calendario operístico. El festival monta siete óperas este verano, así como tres funciones en concierto. El controvertido dúo de Peter Sellars y Teodor Currentzis, tras haber levantado ampoyas con su producción de La clemenza di Tito en 2017, regresan al festival con Idomeneo. Peter Sellars puede hacernos enfurecer a pesar de que sus propuestas son sensacionales. Y no espere que el inconformista Currentzis dirija la partitura al pie de la letra, en Clemenza, cortó la mayoría de los recitativos e insertó música de la Misa en do menor. Estar preparado para lo inesperado puede resultar el mejor enfoque.
La Médée de Cherubini está dirigida por Simon Stone, responsable de algunas de las mejores producciones en París y Múnich la próxima temporada. En Salzburgo cuentan con la soprano estrella Sonya Yoncheva como la vengativa Medea junto al Jason de Pavel Černoch. La propuesta escénica de Damiano Michieletto de Alcina se estrena en el Festival Whitsun de Cecilia Bartoli, y se presenta en la Haus für Mozart en agosto, mientras que la apuesta de Barrie Kosky sobre el Orphée aux enfers de Offenbach debería ser todo un acontecimiento (en el año del bicentenario del compositor francés). Y después de su sorprendente debut en 2018, hay otra oportunidad de ver la asombrosa producción de Romeo Castellucci de Salome nuevamente con Asmik Grigorian.
Tosca puede parecer una ópera demasiado manida para un festival como el de Aix-en-Provence, pero no espere una puesta en escena estándar bajo el nombre de Christophe Honoré. El Così fan tutte que trasladó la acción a la Eritrea ocupada por Mussolini a fines de la década de los treinta conmocionó a la audiencia y la crítica en 2016. El reparto de su Tosca ofrece una pista: Catherine Malfitano (una famosa Tosca ella misma), interpreta “la prima donna” que invita a los cantantes a participar en una gala en su honor, lo cual despierta hechos de su pasado…
Para ver a las estrellas, Múnich es el mejor destino. Cada una de las nuevas producciones de la temporada, se monta de nuevo, a menudo con el reparto original, mientras que los favoritos de la casa Anja Harteros, Jonas Kaufmann, Sonya Yoncheva y Pavol Breslik andan siempre cerca.