El requerimiento de distancia social tiene una repercusión importante en el repertorio de las orquestas durante el confimaniento. Salvo en el caso de la Filarmonica de Viena, en la que se realizan tests de covid-19 de manera regular y por tanto no tienen que mantener distancia, las poderosas sinfonías de Mahler y Bruckner quedan descartadas y se reemplazan por obras de menor escala o reducciones para grupos instrumentales pequeños. Los instrumentistas aparecen esparcidos por el escenario y protegidos por pantallas de metacrilato. Obras compuestas para una sola sección o sinfonías que no requieren triples vientos o una gran seccion de percusión.
Con pandemia o sin ella, la presencia de Beethoven es inevitable - en el año de su aniversario, todas las orquestas se anunciaron con la Quinta o la Séptima sinfonías. Dejando a Ludwig a un lado, presentamos una lista pandémica muy poco científica de las obras que han estado apareciendo una y otra vez en nuestras críticas y programaciones. Un compositor en concreto ha dominado las propuestas de las orquestas… Maurice Ravel
1Ravel: Ma mère l’Oye
La obra más programada durante la pandemia le lleva al mundo de los cuentos con Ma mère l'Oye de Ravel, el público online ha disfrutado de interpretaciones de Tom Thumb y La bella durmiente desde Singapur a Cincinnati. A Sir Simon Rattle le gusta tanto que la ha dirigido tanto con la London Symphony como con la Orquesta de la Radio Bávara. El Jardin féerique es alegre pero también un tanto lacrimógeno.
2Wagner: Siegfried Idyll
Uno de los regalos musicales mas famosos, Siegfried Idyll de Wagner ha resultado ser perfecto para la programación de pandemia, sobre todo porque la versión original para conjunto de cámara solo requiere 13 instrumentistas. Incluso con un conjunto de cuerda más amplio, sigue siendo una obra íntima, aquí está interpretada tiernamente por la Netherlands Radio Philharmonic con Karina Canellakis.
3Strauss: Metamorphosen
Un estudo para solo 23 instrumentos de cuerda a solo. Metamorphosen se compuso durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial (Strauss comenzó la obra un día después de que se bombardeara la Wiener Staatsoper). Su modo elegíaco parece ofrecer cierto consuelo cuando las orquestas lo han tocado en auditorios vacíos.
4Ravel: Le Tombeau de Couperin
Como director, si no has programado Ma mère l'Oye, entonces seguro que la propuesta ha sido Tombeau de Couperin de Ravel. Compuesta para piano y orquestada para conjunto en 1919 con la virtuosística línea del oboe, es un homenaje al Barroco francés. Pero también tiene un significado personal más profundo: cada movimiento está dedicado a la memoria de cada uno de los amigos de Ravel que fallecieron en la Primera Guerra Mundial. Paavo Järvi la ha dirigido dos veces durante el lockdown, aquí al frente de la NDR Elbphilharmonieorchester.