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Bachtrack top ten: Felix Mendelssohn

Por , 03 febrero 2023

"Sólo hay un dios, Bach, y Mendelssohn es su profeta". Con esta observación, Hector Berlioz se mostró tan astuto como siempre: fue Felix Mendelssohn quien encabezó el renacimiento del interés por la música de Bach en el siglo XIX. Resulta curioso que una obra como la Pasión de San Mateo nunca se había escuchado fuera de Leipzig hasta 1829, cuando Mendelssohn la dirigió en Berlín.

Felix Mendelssohn, acuarela de James Warren Childe (1830)
© Public domain

Además de defensor de Bach, Mendelssohn fue un prolífico compositor por derecho propio, un niño prodigio que murió joven (en 1847, a los 38 años). A diferencia del niño Mozart, a quien su padre presentó por toda Europa, el talento musical de Mendelssohn se cultivó en casa. Sus primeras obras fueron interpretadas por una orquesta privada para la élite adinerada de Berlín.

Mendelssohn viajó mucho por Europa, y esas visitas inspiraron algunas de sus partituras más famosas; y como destacado acuarelista también pintaba durante sus recorridos. Mendelssohn realizó diez visitas a Gran Bretaña, donde era recibido como el compositor favorito de la reina Victoria y el príncipe Alberto. Su música se caracteriza por una frescura juvenil, aunque más tarde en su carrera, se volcó en la religión, y escribió oratorios devotos que muestran claramente la influencia de su ídolo, Bach.

1A Midsummer Night’s Dream 

Es una obra es un milagro... o más bien obras, porque la obertura de Sueño de una noche de veranoMarcha nupcial y el conjunto de música incidental tienen dos números de opus diferentes, separados por la friolera de 16 años. La obertura, que Mendelssohn compuso en su adolescencia, es una extraordinaria síntesis de la obra de Shakespeare, que evoca la magia de las hadas y los "rude mechanicals", incluido el rebuzno de Bottom, transformado en burro. Mendelssohn, por encargo de Federico Guillermo IV de Prusia, regresó al bosque encantado para escribir una serie de números que acompañaran a la obra, entre ellos, algunos tan populares como la Marcha nupcial, utilizada para dar la bienvenida a miles de recién casados.

2Sinfonía núm. 4 en la mayor, "Italiana"

Mendelssohn compuso cinco sinfonías (además de las "sinfonías de cuerda" que escribió en su adolescencia), de las cuales, la cuarta –denominada también "la italiana"– es la más conocida. Como parte del grand tour que realizó por Europa entre 1829-31, visitó Italia, donde el color y la luz dispararon su imaginación. "La sinfonía italiana avanza a buen ritmo", escribió a su hermana Fanny. "Será la pieza más alegre que haya hecho nunca". El final plasma el espíritu de Roma con una danza tradicional italiana, el Saltarello.

3Concierto para violín en mi menor

Una constante entre sus obras más conocidas es el Concierto para violín. Está lleno de dulzura y exuberancia, pero a pesar de su ligereza, al compositor le llevó varios años componerlo. But for all its lightness, it took the composer several years to write, y fue a través de un intercambio regular de correspondencia con con Ferdinand David, concertino de la Gewandhausorchester de Leipzig. Curiosamente, Mendelssohn enlaza los dos primeros movimientos a través de una nota sostenida del fagot, mientras que el final es otra danza efervescente.

4Sinfonía núm. 3 en la menor, "Escocesa"

Mendelssohn encontró inspiración para su Tercera sinfonía mientras visitaba las ruinas de la capilla Holyrood en Edimburgo. "Todo está ruinoso, deteriorado, y los cielos claros se ciernen sobre ello", escribió a su familia. "Creo que he encontrado allí el comienzo de mi Sinfonía Escocesa". Sin duda, hay una atmósfera sombría en la introducción, pero después hay mucha alegría, y hay también referencias a danzas escocesas en los ritmos "Scotch snap" del segundo movimiento. El final tiene un aire de guerrero de las Highlands.

5Octeto en mi bemol mayor

Mendelssohn compuso el Octeto con tan solo 16 años. La obra está llena de ese entusiasmo juvenil desde el mismo comenienzo con los vivaces arpegios; es una música llena de optimismo. El animado Scherzo es un primo joven de la música de hadas del Sueño de una noche de verano, mientras que el Presto final es furiosamente enérgico, con un tema fugado que recorre rápidamente los ocho músicos.

6Obertura Las Hébridas, "Gruta de Fingal"

Además de su Sinfonía "Escocesa", el primer viaje de Mendelssohn a Escocia propició una de las oberturas más famosas, Las Hébridas. Se refiere concretamente a la isla de Staffa, que posee una gruta marina conocida como la Gruta de Fingal. Mendelssohn anotó el tema de apertura justo después de su viaje. La música no describe acontecimientos concretos, sino que evoca el ambiente del lugar y, en realidad, no es una obertura, sino un ejemplo temprano de poema tonal.

7Mar en calma y viaje próspero

Está claro que a Mendelssohn le gustaba viajar por mar. La siguiente obertura toma su título de dos poemas de Goethe que inspiraron la cantata homónima de Beethoven. Para los marineros, un "mar en calma" no era algo bueno: se necesitaba un viento bueno y fuerte para un "viaje próspero", que llega oportunamente y, con una fanfarria de trompetas y un redoble de timbales, el barco zarpa eufórico.

8Lieder ohne Worte

Los Lieder ohne Worte (Canciones sin palabras) son miniaturas para piano, publicadas en ocho conjuntos entre 1829 y 1845. Sólo algunas tienen título –la Canción de la góndola veneciana aparece un par de veces–, pero lo demás se deja a la imaginación del oyente, e incluso del intérprete. Se publicaron para "consumo doméstico", pues los pianos se estaban convirtiendo en algo esencial en muchos hogares de clase media de toda Europa. He aquí una de esas canciones venecianas para góndola:

9Concierto para piano núm. 1 en sol menor

"Lo escribí en pocos días y sin poner mucho cuidado", así describía Mendelssohn su Primer concierto para piano. Es una obra excelente, llena de chispa, y fue muy apreciada por artistas de la talla de Clara Schumann y Franz Liszt. El primer movimiento contiene una furiosa actividad, mientras que el Andante es reverencial, como un himno. Todo esto se desvanece al final, en el que, tras una breve fanfarria, el piano se precipita con un alegre Rondó.

10Elijah

In Germany, Mendelssohn did much to revive interest in Bach. In England, however, Handel’s oratorios never fell out of fashion and many towns and cities boasted amateur choral societies. In 1845, the Birmingham Festival commissioned an oratorio from Mendelssohn and he responded with Elijah, about the Old Testament prophet. Its fieriest section sees a showdown between Elijah and the prophets of Baal. Choruses such as “Be not afraid” ensured the oratorio’s widespread popularity. 

En Alemania, Mendelssohn hizo mucho por reavivar el interés por Bach. En Inglaterra, sin embargo, los oratorios de Handel nunca pasaron de moda y muchos pueblos y ciudades contaban con sociedades corales de aficionados. En 1845, el Festival de Birmingham encargó un oratorio a Mendelssohn, y éste les correspondió con Elías, sobre el profeta del Antiguo Testamento. En su parte más intensa, Elías se enfrenta a los profetas de Baal. Coros como “Be not afraid” aseguraron la gran popularidad del oratorio.

Traducido del inglés por Katia de Miguel

“la magia de las hadas y los "rude mechanicals"”