En estos momentos, nada mejor que pensar en cosas positivas, y pienso que una de ellas es la relación entre los jardines y la música, un tema que presentamos en dos entregas. En esta primera entrega me centraré en la música relacionada con los jardines árabes, los medievales, los italianos y los franceses. No pretende ser un estudio exhaustivo, sino una introducción a un tema que considero apasionante.
Desde tiempos remotos, tanto la jardinería como la música han ejercido una gran fascinación sobre el ser humano, y es por esto que quiero mostrar algunos ejemplos de compositores que se han acercado al maravilloso mundo de la jardinería. La relación entre música y jardines es algo subjetiva y apela a la imaginación del oyente para relacionar los sonidos que está escuchando con el jardín que estos pretenden representar. En todo caso, y a pesar de los múltiples debates al respecto, muchos compositores y oyentes no han dejado de sentir el poder de la música para evocar muchos temas, entre ellos los jardines.
¿Por qué ejerce la jardinería tanto poder sobre el ser humano? Posiblemente sea porque el concepto de jardín va unido al de paraíso, es decir, ese lugar donde no hay dolor ni problemas, un tema abordado por diversas culturas y que cuenta con ejemplos tan famosos como el del Jardín del Edén, lugar ideal creado por Dios para Adán y Eva, con vegetación perfecta y una armonía absoluta entre el ser humano y la naturaleza. A partir de este ejemplo y de otros parecidos se va produciendo una evolución que delimita los puntos más importantes de la jardinería en la historia: especies predominantemente vegetales con la presencia del agua, concepción paradisíaca y placentera, cerramiento y ordenación. Partiendo de estas bases, a través de los siglos se han producido muchos estilos de jardinería. En la Antigüedad encontramos el egipcio (objetivos psicológicos, geometrización del diseño), el mesopotámico (jardines terraza) el persa (amor al árbol, parques de caza, gran valor del agua) el griego (parques arbolados, bosque sagrado, botánica) y el romano (villa rural, villa urbana, eje longitudinal, nexo entre vivienda y jardín, patio influido por la arquitectura). En la Edad Media son notorios los jardines monasteriales, los jardines de palacios y los jardines árabes. En el Renacimiento tienen gran importancia los jardines italianos. Luego destacan los jardines franceses con su geometría y los ingleses con su libertad.
No podemos olvidarnos de los jardines orientales, especialmente los chinos y japoneses, desarrollados a través de los siglos. Pero la jardinería no ha dejado de evolucionar y tanto en el siglo XX como a principios del XXI nos encontramos con grandes parques y jardines creados por artistas excepcionales. Muchos de estos estilos han sido evocados en composiciones musicales de autores de todos los estilos, incluyendo no solo los jardines visibles para todos, sino además jardines imaginarios que nos llevan a tiempos de leyenda.
Jardines árabes
En la cultura árabe y más específicamente la musulmana, dominada por el Corán, los conceptos de jardín y de paraíso están especialmente unidos. Jardines bellísimos se encuentran a través de todos los países que han estado o están bajo el dominio de esta creencia religiosa. También hay que tener en cuenta que los árabes respetaron las influencias anteriores de cada país, algo que es evidente en los jardines hispanoárabes, construidos con respeto al legado de los romanos. Entre los jardines hispanoárabes destacan los andaluces y más específicamente los de Granada y Córdoba. El gran compositor español Manuel de Falla evoca algunos de estos jardines en una de sus obras más famosas. Noches en los jardines de España fue concebida en 1909 como una serie de nocturnos para piano que luego se trasformarían en una obra para piano y orquesta de tres movimientos: En el Generalife, Danza lejana y En los jardines de la Sierra de Córdoba. El primer tiempo es el que más recuerda al estilo impresionista, mientras que los otros dos reflejan más el folclore español en sus facetas de danza y melodía. La Noches fueron dedicadas al pianista español Ricardo Viñes y estrenadas por otro pianista español, José Cubiles. Centrándonos en el primero de los movimientos, podemos observar cómo Falla combina las impresiones de juegos acuáticos, mayormente expuestas por el instrumento solista, donde se percibe la influencia del impresionismo francés, con ciertos aspectos más relacionados con la música española. Es un jardín que no está exento de pasión humana.
Jardines medievales
En la Edad Media de Occidente se desarrolla un estilo de jardines que usan de manera exhaustiva formas como el cuadrado y el cuadrángulo, siendo importantes también otras facetas como el gran conocimiento botánico, los elementos de lujo y el simbolismo. Este tipo de jardines se desarrollan principalmente en palacios y monasterios. El popular compositor inglés Albert William Ketèlbey dedicó una de sus obras más famosas a un jardín de monasterio. In a Monastery Garden fue la obra que lo catapultó a la fama. El compositor hizo su propia descripción de la pieza, destacando que el primer tema representa el sueño de un poeta en la quietud de un jardín de monasterio dentro de un ambiente de gran tranquilidad. El segundo tema representa una nota de tristeza y contrición. Después se oye a los monjes cantando un Kyrie Eleison, combinándose luego este canto con el primer tema. Esta obra tiene un marcado carácter melódico, pero también incluye efectos curiosos como la utilización de cantos de pájaros.