Hace doce años, durante el bicentenario de Verdi, Nabucco subía a La Faràndula en plena crisis económica, con recortes y retrasos en subvenciones que comprometían la estabilidad de la antigua AAOS. Hoy, el contexto es otro: desde 2021, la Fundació d’Òpera a Catalunya (FOC) ha crecido notablemente, con llenos frecuentes, como en estas funciones de Nabucco, incluidas las cuatro sabadellenses, ofrecidas por primera vez en la ciudad.
El montaje de Carles Ortiz y Jordi Galobart, con el apoyo de Jaume Sangrà como asistente, reciclaba la propuesta de hace una década, introduciendo una nueva paleta cromática dominada por los azules y grises en la escenografía. Esta se veía enriquecida por una iluminación que contrastaba con naranjas y marrones, dotando de profundidad unos marcos escénicos que, fieles al estilo de la compañía, convertían la simplicidad en virtud mediante paneles móviles verticales para agilizar los cambios de escena. El suelo, que evocaba un tablero de ajedrez, añadía simbolismo a un conjunto en el que el vestuario, también tradicional, no desvirtuaba su función explicativa, si bien era innegable su asociación con la imaginería del filme La vida de Brian.
El coro brilló con la excelencia de los últimos años. Su afinación, cohesión e intensidad destacaron tanto en escenas de conjunto (especialmente la preghiera a cappella del acto IV) como en los pasajes más conocidos, como "Gli arresti festivi" y "Va, pensiero". El trabajo de Gil de Tejada, reforzado por la incorporación de jóvenes voces, sigue dando frutos. Esa misma intensidad dominó desde el inicio en la dirección musical de la Simfònica del Vallès, dirigida por el también sabadellense Sergi Roca, que acompañó a los cantantes con notable refinamiento y flexibilidad de tempo en las arias, dotando de relieve y expresividad pasajes como el acompañamiento de los violonchelos en "Tu sul labbro" de Zaccaria y conduciendo los concertantes con buen pulso. Se echó de menos las intervenciones de la banda de metales que Verdi –como tantos otros de la época– exige dentro y fuera de escena que fueron asumidas por la propia orquesta.