Fantasía Carmen y Rapsodia española

El gusto por el exotismo, por las manifestaciones culturales específicas de lugares más o menos lejanos, dio pie, sobre todo a partir de mediados del s. xix, a una serie de obras en las que se infiltran melodías o modos compositivos. Ciertamente, la moda turca había llegado tiempo antes a la Viena de Mozart, pero será el Romanticismo el que se abra de forma explícita a la exploración de la diferencia (evidentemente bajo la mirada propia, a veces simplificadora). La Carmen de Bizet, estrenada en 1875, es un ejemplo paradigmático. La Fantasía para violín de Franz Waxman -que interpretará a Bomsori- recrea, de hecho, algunos de sus pasajes más memorables.

La solista surcoreana interpretará también el Concierto para violín n.º 2 de Henryk Wieniawski. Estrenado en 1862, el romanticismo de su expresividad se aprecia desde el inicio hasta el Allegro con fuoco de clausura, un rondó de aires zíngaros. La evocación de atmósferas foráneas con una sensibilidad exquisita se reencontrará en la célebre Rapsodia española de Ravel, en un concierto que contará asimismo con la presencia de la suite The magic opalde Isaac Albéniz y la posibilidad de escuchar por primera vez -estreno mundial- una obra de Miquel Oliu.