Una Segunda sinfonía de Rachmaninov insuperable corona un espectacular programa que empezó, por todo lo alto, con el Segundo concierto para piano y orquesta de Prokofiev.
La Orquesta Filarmónica Checa ofrece un concierto desigual. El sinfonismo de Richard Strauss fue la espoleta que hizo reaccionar a un público discretamente ensoñado.