El ritmo palpita y atraviesa Elephant Skin, de Jesús Rueda, el Concierto para violonchelo y orquesta núm. 1, de Martinů, y la Sinfonía núm. 5, de Tchaikovsky, conformando un crisol estimulante y variado, que aboca al intérprete a una atención y versatilidad extremas. Este era el reto que acometían Lintu y su Orquesta Sinfónica de la Radio Finlandesa, en colaboración con, sin duda, una de las mejores chelistas de los últimos tiempos: Sol Gabetta.
La OSG ofreció una velada liderada por la juventud del director y del solista y con un programa en el que destacó la interpretación de la sección de metales.