Obra: Isolde's Liebestod from Wagner's Tristan und Isolde, transc. for piano, S 447

Juan Pérez Floristán solventó con magnífica técnica un intenso e introspectivo programa con obras de Schubert, Liszt y Chopin.

La gracilidad y una interacción perfecta coparon la partitura rusa, de una factura primorosa y que preludia, merced a su naturaleza misteriosa y sutil, páginas como el ballet Raymonda, de Alexander Glazunov. La reaparición de Baldocci también fue pretexto para intercambiar los instrumentos: un gesto que funciona como el correlato de la buena comunicación y una desenvoltura absoluta. 

Le piano orchestral de Clément Lefebvre trouve son plein accomplissement dans Liszt et dans les œuvres de jeunesse de Scriabine en seconde partie, après une première partie moins convaincante dans Debussy et Chopin.