Den Konzerttitel tatsächlich komplett einlösend bereitete die Darbietung pures Vergnügen, ganz natürlich nötigte sie so Interpretationsreferenz auf wie sie ein breites Grinsen ins Gesicht zauberte.
Richard Egarr se puso al frente de la OSG para dar vida a un programa con los grandes nombres del clasicismo y primer romanticismo, recuperando la autenticidad y las emociones de unas músicas a las que imprimió una potente individualidad.