Bernarda Fink, acompañada por Anthony Spiri al piano, hizo gala de sus diversas proveniencias confeccionando un programa que fue desde los aires eslavos hasta las pampas argentinas, pasando por la España de Manuel de Falla y Joaquín Rodrigo.
Soprano Elizabeth Watts brought tonal richness and energy to an evening of French song with texts by Théophile Gautier, but her expressive arsenal was diminished by a bout of flu.