En vivo, Video: Buscador de críticas de conciertos de música clásica, ópera, ballet y danza | Jose Luis Basso

Cantantes estrella y una escenografía icónica, imprescindible para cualquier aficionado, para el final de temporada del Teatro Real

El Teatro Real presenta una producción excepcional tanto en lo musical como en lo escénico, en la que se alcanza un logrado punto de equilibrio entre la novedad y la tradición, entre la búsqueda conceptual y la sugestión sensorial.

Maria Stuarda, bajo la dirección de McVicar y Pérez-Sierra, resultó ser una representación redonda, con gran sentido del espectáculo y un equilibrio que situa al canto en el centro de la misma.

La comprensión errónea del oratorio Theodora enturbia una, por lo demás, excelente producción de Katie Mitchell.

Mirga Gražinytė-Tyla manejó con equilibrio sonoro tanto la orquesta como el escenario y dio vida a las demandas emocionales de la magnífica obra de Weinberg.

Este Lear de Calixto Bieito constituye la mejor propuesta hasta el momento de la temporada de Teatro Real.

La nueva producción de Rigoletto en el Teatro Real actualiza una historia claramente marcada por el abuso y contó para ello con un notable trío vocal.

La nueva producción del Teatro Real, musicalmente brillante, se presenta como una lectura incómoda, además de por el contenido, por las formas, que radicalmente se oponen a reducir a Rigoletto a un mero entretenimiento.

El Teatro Real presenta con gran éxito la ópera polaca Halka, en la que brillaron Corinne Winters y Piotr Beczała con voces empastadas y precioso timbre.

Un segundo reparto vocal digno, aunque no siempre cómodo, ofreció Médée en el Teatro Real en una producción arrriesgada en lo escénico con una orquesta y dirección muy esmerados y de muy buen sonido y empaste.

El Teatro Real estrena la producción de Médée de Paco Azorín con el francés y los recitativos de Alan Curtis como novedad.

Le baryton français incarne corps, voix et âme le personnage maléfique de l'Otello de Verdi, dans une version de concert mémorable donnée au Grand Théâtre de Provence.

Menée par le trio Tézier-Kaufmann-Radvanovsky, une exécution musicale superbe confère à l'œuvre de Verdi toute l'émotion incandescente dont la prive singulièrement la mise en scène, signée Lotte de Beer.

Dans cette nouvelle production mise en scène par Vincent Huguet, la Manon de Pretty Yende convainc, le Des Grieux de Benjamin Bernheim enthousiasme mais la direction musicale de Dan Ettinger engloutit l’ensemble.

Après un mois et demi d'annulations successives, l'Opéra de Paris a rouvert ses portes pour l'œuvre d'Offenbach, dans la célèbre mise en scène de Robert Carsen, toujours aussi ingénieuse.

Le 19 avril 2016, la Philharmonie de Paris accueillait l’Orchestre et les Chœurs de l’Opéra national de Paris, ainsi que le Chœur philharmonique de Prague, pour une œuvre monumentale : les Gurre-Lieder de Schönberg. Une odyssée sonore enivrante, construite avec soin et conduite avec passion par Philippe Jordan.